Entradas

Otoño

Imagen
Mientras el mate se enfriaba en la mesa, contemplaba, con la mirada perdida, el frasco de mermelada de durazno. Se distrajo por un momento, su mirada se posó sobre el queso blanco, estaba mal abierto. Tenía la tapita de aluminio cortada en un bordo interrumpiendo el perfecto recorrido de la circunferencia. Movió la mano, agarró el mate, y dio dos sorbos. Miró por la ventana. El sol se posaba sobre las hojas secas y el pasto sin cortar. Terminó el mate, y se cebó otro. El mate espera en la mesa, enfriándose lentamente mientras caía aquella tarde de otoño.

No salgo más con un súper héroe

Imagen
Para Mafe.   - Eso lo tengo más que decidido. ¡No puede ser que siempre tenga que elegir mal! Yo puedo por mí misma, soy independiente, bonita, y sobre todo soy de lo menos hincha pelotas. ¿No sé qué mierda le vi al pelotudo ese? Si, ya sé que para otras es una fantasía pero para mí no. Las damiselas en apuros se calientan o fantasean con un tipo con disfraz. Pero yo no. Yo quiero un tipo que vuelva del trabajo y se queje porque el jefe no le aprobó el balance de fin de mes o que no pudo conseguir el asenso. Que me diga que rico que cocinas mi amor, porque no vemos el noticiero en cama y dejame los platos que los lavo yo. Estoy podrida, reventada de que me cuenten como se fajó a golpes con el ladrón este o el archienemigo aquel volvió a salir de prisión y lo tuvo encerrar. Que me diga que debe hacerse otro traje porque este se le rompió. ¿No me lo arreglas vos, que sos mujer? ¡¿Pero qué mierda se creía ese hijo de puta?! ¡Que soy Alfred! Ni una vez me dijo gracias, muy ri...

Arboles

Imagen
Cuándo un árbol cae y nadie lo escucha, ¿igual hace ruido? ¿Cuántos arboles caen en el mundo sin que nadie los vea? Sucede lo mismo que con las fotos viejas, Mientras tú las ves, Otros ojos te miran Sin que los veas.

El final está cerca

Imagen
El final está cerca… Entonces no me contuve, le acaricie el rostro, la tomé por el cuello y la besé. No opuso resistencia. Cerró los ojos y se dejó llevar, soltó un aliento a cigarrillo el cual aspiraba mientras nos besábamos. Mis manos escudriñaban a ciegas su cuerpo, desatando los nudos, abriendo los cerrojos, trampas y pestillos que cubrían su figura. Poco a poco su desnudez  se hizo presente. Tapaba como podía su cuerpo, pero los rayos lúgubres de la noche penetraban el automóvil en el que estábamos. Su cuerpo se reflejaba claro y precioso, su piel pálida aparentaba ser mármol. Observé sus cabellos y sus trenzas estaban perfectamente ordenadas, una para cada lado. Volví a besarla. Ella abandonó su cuerpo, sus manos comenzaron a rasgar mis ropas. Al poco tiempo estábamos en igualdad. El deseo desbordó los límites de la conciencia, la lata de cerveza se derramaba en el tapizado, el cigarrillo se extinguía al costado del camino. Los vidrios se tiñeron de bruma, los cuerpos de...

Moonlight in Vermont

Imagen
Moonlight in Vermont Era un lunes por la madrugada, la ciudad dormía esperando trabajar. La luz de la luna se filtraba a través de las nueves formando un halo. La noche estaba bellísima. Yo tomaba cerveza en el patio de mi casa y contemplaba el cuadro. ¿Cuántos estarán soñando con ver esto? Pensé. El silencio de mi casa a oscuras era cautivador. Hasta los espíritus que rondan por los pasillos hoy estaban dormidos. Este es el único momento en el que me encuentro conmigo mismo. Y a pesar de eso, hoy estoy solo. Me he abandonado. ¿Con quién tomaré cuando no este mas entre mis multitudes? La cerveza se entibiaba en mis manos, y baje la mirada y observe una maceta con una plantita seca al costado de un pilar. Fue entonces que pensé en levantar el teléfono y llamarle. -   Hola ¿cómo estás? - ¿Por qué llamas a estas horas? Sabes bien que trabajo por la mañana. - Es que estaba aquí sentado tomando cerveza… - Siempre estas sentado con la cerveza o cagando… - Es verd...

El Rey del Desierto

Imagen
El viento caliente y la arena prevalecían en ese espacio de nada misma. Montañas escarpadas y rocas gigantes se avistaban en el horizonte. Él estaba sentando encima de una duna gigante tapado con un harapo lleno de agujeros producidos por las polillas, antes pareció ser un poncho. Sus rodillas llegaban a la altura de la cabeza y con su brazo derecho formaba una especie de letra “ele” en donde reposaba su cabeza. Su mano izquierda acariciaba la arena, le hacia rulitos, rayitas, algún dibujo también. Tomaba puñaditos y se la arrojaba a los pies y contaba los segundos que tardaba en escabullírsele. Su cabellera corta se mecía por el viento que arrastraba granitos de arena. Contemplativo ante el sol del medio día, asomaba su mirada quemada por el calor apreciando su reino. El efecto del sol sobre las dunas parecía hacerlas ondear como si fuesen olas. Él distraído y cabizbajo vio una nube en el horizonte, a lo lejos saliendo de entre las montañas y pensó “ojalá que no llueva...